viernes, 30 de abril de 2010

Más fotos... a mí me dicen algo...

Tengo una buena estrella...


En el viejo molino que está en el fondo del barranco...


El árbol amarillo de "Bali"

Canto a mí mismo.

1.

Me festejo y me canto
y lo que asuma tú habrás de asumir,
pues cada átomo mío también es tuyo.

Vago al azar e invito a mi alma;
me inclino y descanso a mi gusto mientras observo un tallo de
hierba veraniega.

Mi lengua, todos los átomos de mi sangre, formados por esta
tierra y este aire,
nacido aquí de padres que aquí nacieron, como sus propios pa-
dres,
yo, que cuento ahora treinta y siete años y que gozo de perfecta
salud, comienzo
y espero no detenerme hasta morir.

Dejo a credos y escuelas en suspenso;
me retiro hacia atrás un momento, consciente de lo que son pero
sin olvidar.
Zarpo para el bien o para el mal; me permito hablar corriendo cual-
quier peligro.
Natura sin freno, con original energía.

Canto de mí mismo. (Whitman)

miércoles, 28 de abril de 2010

Algunas fotos bellas de China...









El Gran Buda en la Isla de Lantau, cerca de Hong Kong.


















Alguien escribe con agua en el Palacio de Verano. Beijing.














Incienso en el Templo de los Lamas. Beijing.

¿A dónde van la palabras?

¿A dónde van la palabras cuando uno no las dice? ¿A dónde van esos sonidos que nunca llegan a salir por nuestra boca? Hay diferentes teorías. Las palabras, aunque creamos que invención nuestra, son libres, autónomas y autóctonas... te puedes empeñar en dominarlas y alguna se dejará, pero otras lucharán con todas sus fuerzas por hacer lo que tienen que hacer, que no es otra cosa que hacer lo que les da la gana. Las más rebeldes, apodadas "las espartacus" no sólo se niegan a obedecer sino que además alientan a otras palabras contra el aparato fonador que se empeña en empujarlas. A veces, para joder claramente, se quedan en la garganta, de ahí al expresión "tengo un nudo en la garganta"... algo que es literal, pero no sólo se niegan a salir sino que se encadenan a las cuerdas vocales y desde allí lanzan sus consignas revolucionarias. Otras veces decicen simplemente bajar... y su destino no puede ser otro que el estómago, de ahí la frase "tengo un nudo en el estómago"... porque parece ser que es una de sus características encadenarse de cualquier cosa interna nuestra que puedan oprimir. Cuando se cansan del estómago no les queda otra que seguir bajando (porque recordemos que persisten en esa actitud rebelde de negarse a salir, por lo menos por arriba...) Al bajar las palabras circulan por todo nuestro colom y terminan siendo defecadas con la fuerza sonora que las caracteriza... porque a estas alturas el organismo está ya "jarto" de tanta lucha y encadenamiento y las impulsa con brío al exterior, mientras ellas siguen en su empeño de no salir, no subir y ya están cansadas para luchar... es lo que solemos llamar "cagalera"
¿A dónde van las palabras cuando uno no las dice? ¿Por qué se ponen tan "rebeldes sin causa" las "jodías"? ¿Qué hago yo escribiendo sobre esto?... estas son algunas de las dudas existenciales que me asaltan hoy miércoles...

domingo, 25 de abril de 2010

La partida...


Empecemos... (mira este vídeo...)

Me gusta la canción, me gusta el vídeo y me gusta la metáfora… me gustó surcar los mares de China… me gusta seguir navegando por ellos a veces sentado frente a este trasto con conexión lenta a Internet que me desespera, a veces asomado a la ventana de mi cocina, a veces dormido (las que más me gustan), casi siempre despierto…

surcar. (De sulcar). 1. tr. Hacer surcos en la tierra al ararla. 2. tr. Hacer en algo rayas parecidas a los surcos que se hacen en la tierra. 3. tr. Ir o caminar por un fluido rompiéndolo o cortándolo.

mar. (Del lat. mare). 5. amb. Abundancia extraordinaria de ciertas cosas.

china1. (De la voz infantil chin). 1. f. Piedra pequeña y a veces redondeada. 2. f. Suerte que echan los muchachos metiendo en el puño una piedrecita u otra cosa semejante, y, presentando las dos manos cerradas, pierde aquel que señala la mano en que está la piedra. 3. f. coloq. dinero. 4. f. jerg. Trozo pequeño de hachís prensado. 5. f. coloq. Seg. y Sor. Hoguera, brasa, centelleo.

Hacer rayas parecidas a surcos en una abundancia extraordinaria condensada en una pequeña piedra, un juego infantil, un trozo de hachís o una hoguera… ¡Definitivamente me gusta!

Con todo ello… ando preparado para “Surcar los mares de China” de nuevo, pero no quiero que sea solo, por eso creo este blog y te invito… pero no de una forma cualquiera…

4.
He observado que me basta la compañía de aquellos a quien amo,
Me basta por la noche la compañía de los demás,
Me basta estar rodeado de carne reidora, anhelante, extraña, hermosa,
¿Es poco andar en medio de ellos o tocar a alguno, o apoyar levemente
el brazo un momento alrededor del cuello de él o de ella?
No pido mayor deleite, me sumerjo en él como en el mar.

Hay algo en permanecer cerca de los hombres y mujeres y en contemplarlos,
y en su contacto y en su olor, que es grato al alma,
Todas las cosas son gratas al alma, pero éstas le placen más.

Walt Whitman. “Hojas de hierba”

Sé bienvenido y bienvenida… este es mi espacio pero lo comparto contigo, si quieres úsalo como yo lo uso (con mucho amor) y si quieres vente a casa que siempre tengo buen vino y algunos días buenas alegrías que compartir… Si lo dice Whitman será verdad, y no están los tiempos como para no agradar nuestra alma…


Los Mares de China... alguna isla entre Macao y Hong Kong