Yo no sufro este dolor como César Vallejo. Yo no me duelo ahora como artista, como hombre ni como simple ser vivo siquiera. Yo no sufro este dolor como católico como mahometano ni como ateo. Hoy sufro solamente. Si no me llamase César Vallejo, también sufriría este mismo dolor. Si no fuese artista, también lo sufriría. Si no fuese hombre ni ser vivo siquiera, también lo sufriría. Si no fuese católico, ateo ni mahometano, también lo sufriría. Hoy sufro desde más abajo. Hoy sufro solamente.
Me duelo ahora sin explicaciones. Mi dolor es tan hondo, que no tuvo ya causa ni carece de causa. ¿Qué sería su causa? ¿Dónde está aquello tan importante, que dejase de ser su causa? Nada es su causa; nada ha podido dejar de ser su causa. ¿A qué ha nacido este dolor, por sí mismo? Mi dolor es del viento del norte y del viento del sur, como esos huevos neutros que algunas aves raras ponen del viento. Si hubiera muerto mi novia, mi dolor sería igual. Si la vida fuese, en fin, de otro modo, mi dolor sería igual. Hoy sufro desde más arriba. Hoy sufro solamente.
Miro el dolor del hambriento y veo que su hambre anda tan lejos de mi sufrimiento, que de quedarme ayuno hasta morir, saldría siempre de mi tumba una brizna de yerba al menos. Lo mismo el enamorado. ¡Qué sangre la suya más engendrada, para la mía sin fuente ni consumo!
Yo creía hasta ahora que todas las cosas del universo eran, inevitablemente, padres o hijos. Pero he aquí que mi dolor de hoy no es padre ni es hijo. Le falta espalda para anochecer, tanto como le sobra pecho para amanecer y si lo pusiesen en la estancia oscura, no dejaría luz y si lo pusiesen en una estancia luminosa, no echaría sombra. Hoy sufro suceda lo que suceda. Hoy sufro solamente.
lunes, 31 de mayo de 2010
domingo, 23 de mayo de 2010
sábado, 22 de mayo de 2010
Dice Neruda... en la voz de Ismael Serrano...
"Sucede que me canso de ser hombre..." dice Neruda...
A mí a veces me pasa... cada vez menos y más espaciado, será la edad o la bobería de querer ser feliz... pero a veces, sin tener avisos previos, se me cuelga encima un señor gris con pinta de oficinista amargado que me engomina el pelo, empaña las gafas y anuda una hermosa y gran corbata a mi cuello tan fuerte que no puedo respirar. Con ese peso encima (el señor gris en cuestión) el tiempo casi no pasa, pesado, denso, molesto... Para colmo de males el dichoso hombre se empeña en contarme cosas, a veces al oído... susurrando... y otras (las que más) a voz en grito.
Pero esto me pasa cada vez menos, porque camino derechito y rápido, porque ya no miro tanto el suelo y porque NO ME SALE DE LOS COJONES que se me suba encima quien yo no quiero...
...y he descubierto que para sentirme libre, liviano, ligero... en paz... he tenido que llevar antes ese peso.
miércoles, 19 de mayo de 2010
Dice Pedro Salinas...
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
miércoles, 12 de mayo de 2010
Muerte en el olvido
Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
Ángel González.-
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
Ángel González.-
domingo, 9 de mayo de 2010
Niños... y mi "descreimiento" progresivo...
Me sorprende lo iguales que son los niños en cualquier lugar del mundo... los he visto. Allá en China, en Mauritania, en lo alto del inmenso Perú, en el más sur de los sures de Chile, en el medio de la infinita Patagonia... los niños son niños. Hay algo común en todos ellos: ilimitada ternura, ilimitada inocencia... que sólo el tiempo es capaz de robar... el tiempo y los ladrones, porque hay ladrones de termura e inocencia que convierten a niños en adultos prematuros. Hay adultos, hambre, miseria, guerras (ahora que lo escribo sin pensarlo mucho... igual puede resumirse todo en "adultos") que se cargan los mecanimos ordinarios que los niños tienen para vivir... y sin ellos, un niño ya nunca es un niño aun cuando lo parezca.
Acabo de terminar de ver "El jardinero fiel" (altamente recomendable) y se me ha quedado grabada la imagen de la niña a la que el protagonista intenta salvar colándola en un avión... el piloto se niega -"hay miles como ella"- argumenta... en el medio de la discusión la niña sale corriendo y abandona el aparato. En el siguiente plano desde el interior el avión despega mientras la pequeña corre al lado, a su alrededor una tribu atacante mata a todo el mundo y secuestra niños... la niña corre al lado del avión mientras oímos como un médico explica que tal vez, con un poco de suerte, pueda llegar a un campo de refugiados... Esto además me ha recordado a un libro que leí hace unos años (altamente recomendado también, llamado "Camella" que cuenta la éxodo de toda una familia por África en busca de agua... comida... es durísimo y también tiene a una niña como protagonista) Y todo esto me recuerda porqué no creo en dios y porqué algunos días (a ratos, "gracias a dios") tampoco creo en los hombres...
Acabo de terminar de ver "El jardinero fiel" (altamente recomendable) y se me ha quedado grabada la imagen de la niña a la que el protagonista intenta salvar colándola en un avión... el piloto se niega -"hay miles como ella"- argumenta... en el medio de la discusión la niña sale corriendo y abandona el aparato. En el siguiente plano desde el interior el avión despega mientras la pequeña corre al lado, a su alrededor una tribu atacante mata a todo el mundo y secuestra niños... la niña corre al lado del avión mientras oímos como un médico explica que tal vez, con un poco de suerte, pueda llegar a un campo de refugiados... Esto además me ha recordado a un libro que leí hace unos años (altamente recomendado también, llamado "Camella" que cuenta la éxodo de toda una familia por África en busca de agua... comida... es durísimo y también tiene a una niña como protagonista) Y todo esto me recuerda porqué no creo en dios y porqué algunos días (a ratos, "gracias a dios") tampoco creo en los hombres...
martes, 4 de mayo de 2010
Un lugar en el mundo...
Pica aquí para ver un trocito de esta película...
¿Cómo hace uno para saber dónde está su lugar en el mundo..?
domingo, 2 de mayo de 2010
Los raros...
Los raros eran muchos pero estaban “no organizados”... en realidad no eran tantos en comparación con los normales, pero sí muchos más de lo que ellos mismos alcanzaban a cuantificar.
Los raros al principio querían dejar de serlo, y aplicaban con empreño miles de estrategias para lograrlo. Como eran muchos (aunque se creían pocos) y estaban “no organizados” (porque tampoco entendían muy bien para qué les podía servir un poco de orden y contacto) ensayaban por separado y se aburrían en el intento. Nosotros que los hemos visto y estudiado durante tiempo, hemos llegado a encontrar patrones de conducta similares en este momento que hemos catalogado como “querer dejar de ser raro”:
Patrón 1. “Ponte tu mejor disfraz y entra en el carnaval...” de la vida (nos atrevemos a completar) Y es que los raros, sabios como ellos mismos, retornaron a los clásicos y descubrieron que la mejor forma de vivir entre los normales era “parecer” uno de ellos. Para lograrlo perfeccionaron sus cualidades artísticas (por otra parte probadas desde siempre, desde su época infantil en las asignaturas de pretecnología y teatro) y crearon máscaras que les permitían vivir entre los normales con cierta tranquilidad, pareciendo a simple vista uno de ellos. Las máscaras se complementaron con técnicas de expresión oral y corporal que acentuaban ese papel que se representaba. Con todo ello miles de raros (casi siempre por separado) consiguieron pasar inadvertidos y vivir con cierta tranquilidad, aún cuando la escenificación cotidiana les robaba gran parte de su energía vital y la totalidad de su alegría. Los raros, seres llenos de luz se apagaban día a día como bombillas de alto consumo. En muchos de ellos, además, observamos un fenómeno digno de mención, la “mascarización” o proceso “¿me conoces mascarita?” a través del cual la máscara se convirtió en la cara pa´siempre con la consiguiente esquizofrenia de por vida. También debemos reseñar que han sido muchos los sujetos que abandonaron esta estrategia y que, o bien decidieron no hacer nada y asumir su condición de raros, o bien optaron por otra forma de parecer normal...
(FIN DE LA PRIMERA PARTE DEL INFORME. CONTINUARÁ...)
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